Esta obra relata el drama y las peripecias del diario vivir de un niño de la calle abandonado por sus padres, que se ve obligado a buscar cómo ganarse la vida en una gran ciudad. La realidad tiene muchas maneras de mostrar su dureza, pero entender que existen la diferencia y el dolor ayuda a comprender nuestro lugar en el mundo.
Aventuras de un niño de la calle se constituye en testimonio de una cruda realidad vivida por miles de niños en América Latina.

domingo, 31 de julio de 2011
Resumen del libro
Joaquín y Armando, dos niños de la calle, se encontraron en la plaza. Los dos gamines caminaban en por la plaza central hasta encontrar algo bueno. En el camino se apareció un doctor al que pidieron: ¡ Centavito por favor!, No hemos comido ni un bocadillo señor. Dramatizando su historia triste. El señor saco de su chaqueta y dijo: -repártanse entre los dos. Buen trabajo Joaquín, hacemos tres de estos y podremos almorzar. Ganaron treinta pesos entre sus historias. Tenían mucha hambre y fueron a una casa. Les atendió la sirvienta de la casa, muy grosera y les dio un absoluto: NO. Caminaron llegaron a una casa, de la cual salió una linda niña, dándoles mucha comida. Ellos agradecieron y se marcharon muy felices. Siguieron su rumbo hasta un terreno, en el cual saborearon la comida que la dulce niña les había dado. Al día siguiente fueron a trabajar limpiando y cuidando autos. Cuando les hubieran dado unos pesitos por su trabajo, ambos corrieron a una fonda a servirse un platillo. El mesero de la fonda los trato muy mal y los quiso echar. Ellos desistieron y por esto los hicieron comer en la cocina. Luego de esperar veinte minutos les trajeron la sopa y los gamines saborearon hasta él ultimo bocado. Más tarde hicieron unas pasadas a las personas de un restaurante, mas la meserra les ordeno salir y llamo al señor Rojas (el gerente). El señor Rojas les dio una buena paliza y Joaquín lo engaño y pudieron escapar. Al día siguiente fueron a dormir a un patio donde no llegaba la lluvia, ya que llovía mucho. Al despertar una pequeña niña los observaba con mucha tristeza y por ello los niños pidieron alimentos y trabajo ala niña. Su madre lo acepto. Los gamines se marcharon muy felices por la ayuda recibida, y así iniciaron el trabajo en la fabrica, acomodando las cajas y empacando. A la hora de almuerzo descansaron, ya que no tenían dinero. Al terminar de trabajar el tercer día, estaban muy cansados y pidieron que les dieran los pesos que les debían. Y nunca más volvieron a trabajar. Más tarde Joaquín y Armando tomaron un vaso de cerveza y fumaron un cigarrillo. Al salir del restaurante, a Armando lo atropellaron. Muy asustado Joaquín grito -¡Armando, Armando ¡, el señor bajo del auto y les dio unos pesos y les ordenó que llamaran a una ambulancia. Y dejo a Joaquín solo en la oscuridad de la noche, llega la ambulancia y llevaron a Joaquín Armando se quedó muy preocupado y caminaba hacia el hospital y en el transcurso del camino encontró a un hombre herido al cual lo ayudo con mucho cuidado llevándolo a su casa. Este hombre era realmente un poco extraño pues ordenó a Joaquín que lo ayudara a robar y a pertenecer a una banda, para vengarse supuestamente de la persona que lo atropello en el accidente. Pero Joaquín dijo que no más lo obligaron a robar yendo a una casa muy bonita, convenciendo a la empleada para que puedan entrar y así poder robar. Joaquín ya quería escaparse pero lo vigilaban mucho. En las próximas casas el muchacho actuó profesionalmente, corrió rápidamente y escapo de sus malos amigos. El se sentí muy feliz de haber escapado. Después se dirigió al hospital para buscar a su amigo Armando. Pero al llegar nadie le hizo caso pues el muchacho herido no tenía apellido. Mas tarde se dirigió a un restaurante y el dueño llamo a la policía por haber cogido unos mojicones, lo capturaron y no lo dejaron salir. Al amanecer de una mañana Joaquín salió de la cárcel y continuo la búsqueda de su gran amigo. Caminó por la plaza central a la noche y fue a dormir donde acostumbraba a hacerlo con s amigo Armando. Joaquín escucha una voz, era la voz de Armando que ese día fue a dormir allí también. Se fueron muy contentos. Ala mañana siguiente una señorita se les acerco y les dijo: vengan conmigo, yo les daré comida, amigos y una buena cama. Ellos no le tenían mucha confianza pero fueron. Los llevaron una casa muy grande donde habían muchos pequeños igual que ellos, se sintieron muy felices pero solamente permanecieronuna semana allí. Se escaparon una noche y terminaron su vida en la calle. Pero siempre juntos.
FIN
FIN
jueves, 28 de julio de 2011
Ficha del Autor
Nació en Bogotá, Colombia donde hizo sus estudios de primaria y bachillerato. Se casó muy joven y viajó a los Estados Unidos donde nacieron sus tres hijos, y entre bebé y bebé Julia Mercedes estudió literatura. Encontrar tiempo para escribir era un reto, tanto que el día de su cumpleaños, cuando los niños estaban pequeños, su marido le preguntó que quería de cumpleaños. Ella le contestó que se llevara a los niños y le dieran el día para escribir. Tuvo que llenarse de ingenio para explicarle a los pequeños semejante deseo. Hasta el día de hoy no está segura de si entendieron.

Cuando tenía ocho o nueve años, Julia Mercedes escribió su primer cuento, con el cual participó y ganó un concurso de cuentos escrito por niños. De colegiala no tuvo la oportunidad de escribir, pero gracias a su pasión por la palabra escrita ya la influencia de un magnífico profesor, volvió a tomar la pluma apenas tuvo tiempo para hacerlo, lo que sucedió ya viviendo en los Estados Unidos.
En la década de los ochenta volvió a Colombia en compañía de su familia, donde vivió hasta 1991 cuando el destino le devolvió sus pasos al país que había dejado unos años atrás. Ahora vive en Houston, Texas. Hasta el momento no ha vuelto a soltar la pluma.
Es autora de Emilio (1997) y de Aventuras de un niño de la calle (1991), que vendió más de 150.000 ejemplares en todo el mundo. Es autor de Emilio (1997) y de Aventuras de un niño de la calle (1991), que vendio mas de 150,000 ejemplares en todo el mundo. Ha escrito, además, otras obras para jóvenes y adultos, y colabora en varias publicaciones estadounidenses.

Cuando tenía ocho o nueve años, Julia Mercedes escribió su primer cuento, con el cual participó y ganó un concurso de cuentos escrito por niños. De colegiala no tuvo la oportunidad de escribir, pero gracias a su pasión por la palabra escrita ya la influencia de un magnífico profesor, volvió a tomar la pluma apenas tuvo tiempo para hacerlo, lo que sucedió ya viviendo en los Estados Unidos.
En la década de los ochenta volvió a Colombia en compañía de su familia, donde vivió hasta 1991 cuando el destino le devolvió sus pasos al país que había dejado unos años atrás. Ahora vive en Houston, Texas. Hasta el momento no ha vuelto a soltar la pluma.
Es autora de Emilio (1997) y de Aventuras de un niño de la calle (1991), que vendió más de 150.000 ejemplares en todo el mundo. Es autor de Emilio (1997) y de Aventuras de un niño de la calle (1991), que vendio mas de 150,000 ejemplares en todo el mundo. Ha escrito, además, otras obras para jóvenes y adultos, y colabora en varias publicaciones estadounidenses.
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